La noche de ayer fue algo increíble, después de la nevada, invadió la bahía una quietud total, no había nada de viento (la primera vez desde que estamos aquí), no se oía nada, se despejo la noche, las montañas nevadas se reflejaban en el agua y salió la luna (con una trayectoria a la que no estamos acostumbrados). Era la premonición de la mañana que hemos tenido... un sol radiante y un día luminoso y colorido; como a modo de celebración nos ha sobrevolado un avión militar argentino y ha llegado un velero de apenas 10 metros. Es digno de admiración que haya gente que se aventure a cruzar el Drake en un velero y se atreva por estos mares con grandes corrientes, icebergs, vientos fortísimos, etc. en apenas 10 metros de eslora.
Esta noche tenemos invitación en la base argentina de hamburguesas a la parrilla, los sábados esta gente los celebran gastronómicamente. Mañana además de laboratorio nos dedicaremos a preparar todo el material de campo, para una vez que llegue el Buque Las Palmas, hacer un recorrido por Livingston y Rey Jorge muestreando a nuestros amigos los pingüinos, pero esta vez Adelia y Papúa.
Fotos: Miguel Motas
Esta noche tenemos invitación en la base argentina de hamburguesas a la parrilla, los sábados esta gente los celebran gastronómicamente. Mañana además de laboratorio nos dedicaremos a preparar todo el material de campo, para una vez que llegue el Buque Las Palmas, hacer un recorrido por Livingston y Rey Jorge muestreando a nuestros amigos los pingüinos, pero esta vez Adelia y Papúa.
Fotos: Miguel Motas
1 comentario:
madre mía, de verdad que nos tienes a todos alucinados con lo que cuentas...´haces que parezca fácil estar allí, ojalá tengais un montón de días de sol como el que cuentas!!!
besos criscc
Publicar un comentario