viernes, 27 de febrero de 2009

*Gracias* (por Miguel Motas)

Llega el momento, la vuelta a casa es irremediable y un sentimiento confuso me aborda, tengo ganas de ver a la gente querida, pero me da vértigo la vuelta a la supuesta “normalidad“. La estancia en Ushuaia ha sido completa, nos hemos ido despidiendo del grupo de gallegos que estudia la fauna intermareal, gente magnífica, así como de la dotación del Buque Las Palmas encabezada por el Comandante Gerardo, con el cual compartimos plácidamente un buen asado argentino. Silvia y yo hicimos una excursión al Parque Nacional de Lapataia, lo cual inundó nuestras retinas de verde, árboles, lagos, ríos, conejos, castores, pájaros carpinteros, etc. todo ello impresionante pues llevábamos dos meses sin ver un solo arbusto. El Parque es precioso y tuvimos un muy buen día, fue una visita instructiva gracias al taxista de origen italiano el cual nos hizo de guía y nos informó puntualmente de todos los aspectos del Parque. El resto de la estancia la compra de regalos, tarea ardua pero inevitable.

Me gustaría finalizar este blog dando las gracias, en primer lugar quería agradecer a la Universidad de Murcia concretamente al Consejo de Gobierno el facilitarme la realización de esta estancia sin ponerme el más mínimo problema, todo ello brillantemente encabezado por D. José Antonio Cobacho el cual ha estado interesado personalmente, mostrando su apoyo en todo momento, lo cual es un detalle muy de agradecer en esos momentos de tensión previos a una aventura de este calado. Por otro lado quería mostrar mi agradecimiento al Vicerrectorado de Investigación donde tengo el privilegio de colaborar, ya que además de apoyar esta actividad, ha cubierto mis tareas cotidianas en el mismo, gracias a Gaspar por cubrirme las espaldas de buen grado y especialmente a Juan María por su gran apoyo e interés en todo momento. Por último quería agradecer a los compañeros de la Facultad de Veterinaria, especialmente al decanato, por facilitarme todos los trámites para la estancia y solucionar algún detalle surgido durante la misma. No quería olvidar a mis compañeros de Área que de buen grado han apoyado en todo momento mi estancia, siguiendo puntualmente mis actividades, así como a Paco y Juan por ayudarme en ciertas gestiones a distancia. Gracias a Silvia por soportarme y ser intachable tanto profesional como humanamente.

Gracias a Andrés por darme esta oportunidad, así como a Julia y Jesús, que junto con Silvia y Bruno han posibilitado la realización de esta segunda fase del proyecto de forma completa, gracias pues como compañeros sois inigualables. Gracias a toda la Base, a los militares y a los compañeros investigadores por haberme enseñado tantas cosas, espero haber estado a la altura de semejante categoría humana, gracias a Bismarck y Amós por esa ayuda y compañerismo.

Quería agradecer a Canal 7, La Verdad, La Opinión, El Faro, Eubacteria, etc., por hacerse eco de esta actividad de forma profesional a la vez que atenta. Gracias en general a todos los que habéis seguido el blog, conocidos o no, españoles o no, gracias a todos por vuestros mensajes de apoyo y felicitación, que podré ver cuando tenga acceso libre a Internet (en la base era imposible) contestando puntualmente. Pido disculpas por todas las carencias de cualquier índole que hayáis podido observar en el mismo, en última instancia son debidas a mi persona, pues todo esto no hubiese sido posible sin Juan Carlos, que le ha dado dignidad al blog con su iniciativa y profesionalidad informática, la cual he tenido el placer de advertir durante el tiempo que hemos trabajado juntos.

En otro ámbito más personal, quería agradecer a mis amigos por mantener su apoyo a pesar de la distancia, especialmente a Tono, Carlos, María y Tano por obsequiarme con esa cena en momentos difíciles la noche antes de la partida. Gracias a Ramón por ese café horas antes, a pesar de estar saliente de guardia. Gracias a mi familia, especialmente a Asun y Pedro por estar siempre ahí, por despedirme en el aeropuerto y soportar hasta el último momento mis nerviosismos de última hora, gracias. A ella por ser el objeto de mis pensamientos.

Gracias a todos de corazón, estando a vuestra disposición para lo que preciséis, os emplazo a la próxima aventura…….

/ a la Antártida se va, pero que de ella nunca se termina de volver /
Fotos: Silvia Jerez y Miguel Motas.

lunes, 23 de febrero de 2009

Despedida... (por Miguel Motas)

CRONICA DE LA VUELTA DE LA ANTÁRTIDA
Al final partiremos por la tarde, por la mañana recibimos la visita de Jesús Calleja y el equipo de aventureros, el relato que nos hacen de su noche es espeluznante, de hecho hay algún herido por cortes al intentar deshacerse de las velas. Nuestra medida del viento era de 80 nudos ya que el anemómetro no mide más, era su máximo, desde el barco midieron más de 200 km/h, lo cual es algo que explica lo sufrido esa noche y los daños que todos observamos.


Durante esta mañana hace un día despejado y realizan la grabación de nuestra base entrevistándonos sobre nuestras actividades científicas, de repente... a lo lejos viene una zodiac, no sé por qué razón salgo a recibirlos y veo que me saludan desde ella… simple cordialidad pensé,… SILVIA… era ella, viene con una dotación del barco que baja a compartir una paella que nos hacen de despedida, a la que por supuesto se apuntan los aventureros de la cuatro. Nos fundimos en un abrazo, y esta vez hago yo de anfitrión enseñándole “mi base”. El día es muy bueno y distendido compartimos una gran paella pero indefectiblemente llega la hora de partir, últimas llamadas, tensa espera, nervios contenidos… al final nos despedimos en la playa, por supuesto es sentida ¿nos volveremos a ver? Ha sido la familia, los amigos… durante estos ¿dos meses? Es duro, pero cada cual lo lleva como puede… Tras estar esperando un rato en el Barco, llega la hora de partir al atardecer, es todo un coqueteo de las nubes con el sol, un atardecer sangrante, rojo carmesí, precioso pero lacónico… nos despide en nuestra salida por los Fuelles de Neptuno, aquí sí que eres consciente de que abandonas la Isla, como es tradición brindamos en toldilla con champagne para garantizar nuestra vuelta a la Isla, hay silencios, miradas perdidas… es duro. Sin tregua, nada más salir el mar nos devuelve a la cruda realidad, no hay concesiones para melancolías… la Antártida siempre te exige el máximo ante cualquier cambio, no hay tiempo para relajarse, todo se mueve, menudo Drake se vaticina.


No fue tanto, la primera noche fue durísima, hubo que cambiar el rumbo hacía Malvinas para evitar tanto balanceo, llegamos a registrar escoras de 43º (olas entre 8-10 metros), eso ni en cama es de digno soporte. Tras esa noche la cosa se normalizó y no fue un mal Drake.


En Ushuaia todo es nuevo, árboles, coches, móvil, dinero… incluso me conmociona ver niños… todo es adaptación. Ante el segundo Drake con éxito, nos dan un diploma… rehúso del privilegio de ponerme el pendiente, pero sin remedio culmino un deseo… fumo en pipa.

Fotos: Silvia Jerez y Miguel Motas.

De regreso en Ushuaia (por Silvia Jerez)

CRONICA DE LA VUELTA DE LA ANTÁRTIDA

El lunes 16, tres días antes de lo previsto, tuve que hacer las maletas precipitadamente en Jubany porque la vuelta se adelantaba por motivos meteorológicos. Apenas tuve tiempo de despedirme de la gente con la que había compartido el último mes, de trabajo y convivencia, aunque afortunadamente la noche anterior, ante la posibilidad de que tuviera que marcharme con antelación, hicimos una pequeña reunión de despedida. Quiero darles las gracias a todos los integrantes de la base por el trato excelente que me han dado en todo momento, y sobretodo mandarle un abrazo muy grande a la gran familia de “meteo”. Ha sido un placer, espero que volvamos a encontrarnos…
Una vez en el BIO Las Palmas pusimos rumbo a Decepción para recoger al resto de compañeros que volvían. El tiempo se fue complicando progresivamente, y no pudimos entrar a la isla hasta el martes por la noche, ya que el temporal hacía muy peligrosa la entrada por los Fuelles de Neptuno. Sin duda la espera mereció la pena, porque el miércoles fuimos recibidos muy calurosamente en la Base Gabriel de Castilla, y comimos una excelente paella. ¡Cómo la echaba de menos!


Se produjo el esperado reencuentro con Miguel, Jesús y Julia, y con otros compañeros que conocí en mi viaje hacia Rey Jorge. Se puede decir que el Drake lo pasamos “en familia”. Aún así fue duro, para mí personalmente mucho más que en la ocasión anterior. Se hizo largo y tedioso, aunque sin duda no es más que un mínimo inconveniente en el conjunto de la experiencia antártica que he tenido ocasión de vivir.


La primera vez que escribí en este blog, quise dar las gracias a las personas que más directamente hacían posible que yo realizara este viaje, Andrés y Miguel, y quiero despedirme de la misma forma, dándoles de nuevo las gracias, a ellos y al resto de gente que ha contribuido, de un modo u otro, a hacerlo realidad.

Fotos: Silvia Jerez y Miguel Motas.

domingo, 22 de febrero de 2009

Los Canales Patagónicos… y el merecido descanso.

Parece ser que el viaje ha durado un poco más de lo previsto en un principio… Al mítico y peligroso Paso de Drake, hay que sumarle el Cabo de Hornos, y navegar de noche por los Canales Patagónicos…
Es de suponer que nuestros amigos puedan llegar al Puerto de Ushuaia bastante cansados y con una rara sensación de haber abandonado el silencio antártico para llegar de nuevo a la civilización...
En teoría, si todo sigue como tal y como fue planificado, nuestros investigadores permanecerán el Ushuaia hasta el día en el que tienen el vuelo que les conducirá de Ushuaia al Aeropuerto Ministro Pistarini de Buenos Aires. Recordemos que el Buque Las Palmas se adelantó dos días en la vuelta de la Antártida…
Es tiempo de recuperar fuerzas y de disfrutar de la compañía de los compañeros de expedición/experiencia que poco a poco van a ir despidiéndose para volver a casa.

Actualizado por: Juan Carlos Gómez.

sábado, 21 de febrero de 2009

En breve… las opiniones de Silvia y Miguel

En estos momentos nuestros amigos ya deben estar muy cerca el Puerto de Ushuaia, después de su paso por los Canales Patagónicos… En breve tendremos las impresiones de su segundo trayecto por el Paso de Drake…

Actualizado por: Juan Carlos Gómez.

viernes, 20 de febrero de 2009

Navegando por el Paso de Drake…

Hemos intentado comunicarnos con el Buque Las Palmas para ver cómo están llevando nuestros amigos la navegación por el Paso de Drake, que es una de las travesías más duras que existen (sobre todo si el mar se pone nervioso…), pero como ocurrió en el viaje de ida a la Isla Decepción, no deben recibir muy bien la señal del satélite que les permite leer y enviar correos a través de Internet.
Comentar que la predicción meteorológica de www.Passageweather.com nos ofrece un panorama bastante tranquilizador sobre el estado de nuestros amigos, porque con excepción de unos tramos con olas de 6 y 7 metros que tuvieron ayer, hoy parece que la media de altura de estas olas que los están acompañando es de 3 metros.

Actualizado por: Juan Carlos Gómez.
Foto: www.pasageweather.com

miércoles, 18 de febrero de 2009

Dejando atrás la Antártida…

La vuelta de nuestros investigadores en el Buque de Investigaciones Oceanográficas Las Palmas, al final ha sufrido un pequeño retraso, con lo que en lugar de partir esta mañana, se ha retrasado para esta tarde.

Este Mediodía Antártico hemos podido comunicarnos con Miguel, y fruto de nuestra conversación podemos confirmar que en estos momentos (19:00 Hora Española) nuestros investigadores ya están embarcados en el BIO Las Palmas. Nuevamente tenemos juntos a Silvia y Miguel que este viaje de vuelta lo realizaran juntos.

Debe ser una difícil sensación para todos nuestros aventureros (Silvia, Julia, Jesús,Miguel,etc) dejar atrás tantas emociones, aventuras y desventuras en las Pingüineras y demás localizaciones antárticas, que tan entretenidos nos han tenido.

El viaje durara si hay suerte sobre 3 días, en los que intentaremos daros noticias de nuestros amigos, siempre que la comunicación con el barco funcione, que no siempre es fácil y menos en el Paso de Drake... Desde España, deseamos que tengan un buen viaje de regreso a Ushuaia.

Actualizado por: Juan Carlos Gómez.
Fotos: Miguel Motas, Javier Sánchez Banacloy y CSIC.

Tensa espera huracanada… (por Miguel Motas)

Después de tener todo arreglado, sólo queda una sucesión de pequeñas cosas que no tiene fin. Colgamos los carteles que hemos elaborado con la distancia hacia nuestra tierra, es extraño ya que todo el mundo lo ha puesto en la dirección equivocada ¿o no? Llega la hora de despedir a un gran contingente de compañeros que se van antes en el barco, ya que desde Rey Jorge tomarán el vuelo. Entre ellos van Bismarck y Amós, Amós lo veremos a Ushuaia, pero a Bismarck ya no... la despedida es dura, besos, abrazos, unos con más lágrimas que otros, los cuales las aguantan en su interior intentando mantener al máximo posible la compostura. La despedida con mis amigos es breve, incluso seca... pero muy intensa y sentida, es como una especie de acuerdo tácito, parte de mi experiencia antártica se va indefectiblemente con ellos...duele.


Ayer estuvimos todo el día de espera, preparamos maletas, cerrando todos los arcones con el material de investigación, etc. Por la tarde Jesús y yo estiramos las piernas acompañando a los compañeros de fauna intermareal a Fumarolas, era de lo poco que me faltaba por ver. La fumarola emite gases sulfurosos, al tocar el suelo arde, es una sensación imponente de la fuerza de la naturaleza. Vemos muchos lobos marinos, alguno se nos encara hasta hacernos correr por la playa, también vemos crías jugando, como casi todos los benjamines son preciosos de admirar y graciosos en su comportamiento.
La tarde era buena, pero en cuestión de 10 minutos ingresa una niebla en la Bahía acompañada de frío y viento, la vuelta es desagradable y al subir la marea, nos cuesta sobremanera atravesar el canal que une la Bahía al Lago Irizar, las botas de agua son una nimia defensa frente a la corriente helada, al final lo conseguimos.

La tarde noche es épica, ese viento va incrementándose hasta cotas que no habíamos presenciado, los dos remolcadores argentinos que por la tarde estaban en la Bahía tienen que dejar el fondeo por lo mal que está el mar, no pueden salir de la Bahía por los Fuelles de Neptuno con ese temporal, se dedican a dar vueltas por la Bahía. Dos veleros sufren, uno de ellos con el aventurero Jesús Calleja, que realiza programas de aventura para Cuatro y que pretendía venir a vernos, también tiene que dejar el fondeo por el fuerte viento y oleaje que se está instaurando. El buque Las Palmas no puede entrar por la misma razón, por la radio captamos la tensión de maniobras rápidas e improvisadas que tienen que coordinar sobre la marcha.

Por la noche da miedo, llegamos a vientos de 80 nudos (140 km/h), el módulo de vida tiembla, vemos volar placas metálicas de la remodelación de la base, un big box sale volando delante de nuestros ojos, se cae la antena de transmisiones a punto de golpear uno de los vehículos, nuestro iglú se empieza a desmontar y pierde partes de la estructura que aparecerán a cientos de metros de la Base... la Isla nos quiere despedir dejando claro lo que puede ser la Antártida, infunde respeto por no decir miedo.
Ha sido una noche larga pero afortunada para nosotros cuando el velero nos comenta lo que ha sufrido. Durante el infierno nocturno han perdido el radar, las antenas, han roto las velas... nos lo cuentan por la radio exhaustos, no han pegado ojo y han temido por su vida, les ofrecemos toda nuestra ayuda, con semejante panorama se cancela la visita por hoy. Por la tarde amaina con lo cual Las Palmas podrá entrar y está previsto que mañana por la mañana embarquemos.
Fotos: Miguel Motas.

domingo, 15 de febrero de 2009

Excursiones (2ª Parte)... (por Miguel Motas)

Esta vez acompañamos a Bismarck a realizar su trabajo ya que Amós se ha ido a Livingstone a poner unos GPS. La verdad es que se le echa de menos, hemos hecho mucha camaradería los compañeros de habitación, y Amós es el alma de la misma. Amós es la otra persona que me ayudó en la montaña durante mi lesión, retrocedió lo andado al verme mal, y tras ver la situación rápidamente se fue hasta la cabeza del grupo para retener el paso y pedir que llamasen por radio para que me buscaran. Es una persona excepcional a mi modesto entender, es silencioso, observador, un trabajador incansable, cuando emite una opinión da la sensación de estar muy meditada por lo que siempre merece la pena escuchar lo que dice. Sobre todo es un detallista, no sólo soporta la carga de amenizarnos a toda la Base con una frase diaria, cuya elección resulta brillante y nos ilustra a todos sobre la historia Antártida, sino que es al que no se lo olvida un cumpleaños, un ascenso… es sensible a todas cada una de las personas que convivimos aquí… para todos tiene su regalo, un detalle que te deja helado y te hace preguntar ¿cómo no he caído? Las “marías” que él hace son un despliegue de esos pequeños detalles, hace cartelitos con el menú, lo dedica a la persona que convenga, la música está perfectamente seleccionada, etc. En definitiva es de esas personas que tienen algo que te hace respetarlas y admirarlas, ese tipo de respeto y de admiración que en algún momento de la vida uno siente por un padre.
Como decía hemos acompañado a Bismarck al refugio chileno a desmontar una estación, por la mañana no nos dejaron salir pues la mar no ofrecía buenas condiciones para la zodiac, por la tarde al mejorar algo partimos... craso error, las condiciones cambian y se levanta un viento entre 40 y 70 km/h, la navegación es muy dura, empieza a nevar, el agua helada de las olas nos bautiza constantemente... llegamos al destino y la ventisca se recrudece… Prácticamente no podemos andar por el viento, en esas condiciones desmontar la estación es una ardua tarea, pero no sé porque razón se disfruta poder vencer el reto de trabajar en esas condiciones, nos apoyamos todos y al final lo conseguimos. A la vuelta corremos el temporal ya que el viento nos viene por popa, con lo que cabalgamos sobre las olas, toda una experiencia, un lobo de mar se nos cruza y casi chocamos…

Al día siguiente aprovecho y me uno al grupo de fauna intermareal para conocer Balleneros. Es un cúmulo de ruinas y restos de lo que fue la gran factoría de caza y preparación de la grasa de ballenas. Es impresionante lo que sugieren esas ruinas y esos inconmensurables depósitos de grasa, hornos, etc. Todavía se puede apreciar el hedor de grasa de ballena, tranquiliza cerciorarse que está desmantelado, la caza era tal que se cita que toda la bahía estaba roja de sangre de ballena.

Coincidimos con un barco de turistas (es la zona más visitada de la Antártida), la experiencia me adelanta lo que va a suponer mi vuelta... se nos acercan como devoradores de información, nos bombardean a preguntas, no soy capaz de reaccionar, ante esa invasión a mi tranquilidad y mi aislamiento, no contesto, dejo a la pobre Julia la cortesía y sin mediar palabra desaparezco de la zona realmente agobiado. No suelo reaccionar así, pero la situación me supera, me considero invadido en mi intimidad y mi equilibrio, es como que no quiero que nada ni nadie rompa el encanto de la soledad, del silencio, del aislamiento que disfrutamos durante estos dos últimos meses.
Ayer me tocó hacer de “María” con Julia, la verdad es que es mucho trabajo, lo cual se une a que recibimos la noticia de que el barco se puede adelantar uno o dos día en recogernos, una sensación de agobio se adivina en la base, caras tensas y todo el mundo a recoger y ultimar actividades…
Hoy hemos estado en la pingüinera, nuestro último día. Hemos pesado a 100 pollos antes de que marchen al océano. Tenía ganas de andar, de verlos de nuevo, de subir la montaña, intento disfrutar cada segundo… pero indefectiblemente, llega la hora de irnos. Al pesar al último, sin mediar palabra nos fundimos en abrazos felicitándonos por el trabajo bien hecho, con esto está todo terminado. El regreso es triste, no paro de mirar atrás intentando grabar en la retina ese lugar donde tanto esfuerzo y trabajo hemos derrochado, pero que sin embargo ha sido motivo de grandes satisfacciones. Es como quien abandona su escuela, lugar donde te esfuerzas pero que te aporta enseñanzas válidas para toda una vida. Me siento parte de ese ecosistema, y me cuesta despedirme de estos curiosos seres, les he cogido cariño.

Fotos: CSIC y Miguel Motas.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Muestreo en Punta Barton... (Por Silvia Jerez)

Finalmente el lunes por la noche se celebro en la base Jubany una estupenda cena de despedida para los integrantes que se marchan estos días. Estuvo muy animada, aunque el plato fuerte vino al final, cuando a los novatos antárticos se nos "invitó" a bautizarnos en la Caleta, que no es otra cosa que bañarse en el mar. Afortunadamente los veteranos antárticos fueron benevolentes con las chicas novatas, y casi todas nos libramos, ¡al menos de momento! Luego nos hicieron alguna jugarreta más...
Se echará de menos a todo el mundo que se marcha, pero Inés y yo particularmente notaremos la ausencia de Eugenia, la mejor compañera de habitación antártica. Eso sí, en cuanto se marche bajaré del tercer piso de la litera al primero, lo cual es de agradecer.

Por fin el martes pudimos realizar la salida a Punta Barton para llevar a cabo una serie de muestreos en la colonia de pingüinos barbijos. La travesía en zodiac ha sido una gozada, notando en la cara el aire frío y las salpicaduras del agua, con avistamiento de alguna ballena incluida. El frío nos ha acompañado en Burton, y la idea de lavarnos las manos en el mar para comer no ha sido del todo buena... Aún así ha sido una experiencia muy positiva, y todos los que hemos podido ir hemos vuelto encantados, sobretodo los que no habíamos trabajado aún con pingüino barbijo, que es verdaderamente una preciosidad.
Fotos: Silvia Jerez.