jueves, 23 de enero de 2014

Experiencia de vida antártica por Virginia Vidal


En pocos días hará un mes que comenzamos esta gran aventura. Un mes que ha estado lleno de esfuerzo y trabajo acompañado siempre de mucha ilusión y alegría.
Poco a poco, todos vamos sacando adelante los objetivos marcados para la campaña. En nuestro caso, el trabajo con los pingüinos va según lo previsto, afortunadamente el tiempo no nos ha impedido trabajar los días más claves de los experimentales y hemos podido disfrutar de las vistas impresionantes que se observan a lo largo del camino de la pingüinera, así como del trabajo con esta especie de ave tan peculiar, los pingüinos.
 

La Antártida sirve para aprender y valorar muchas cosas, una de ellas es la importancia del trabajo en equipo. En este lugar tan aislado y alejado, es para mí el ejemplo más claro de lo que significa la palabra cooperación “colaboración con otro y otros para un mismo fin”. Un ejemplo de ello fue la acción del buque brasileño Ary Rongel, no sólo nos trajo a la Base Española Gabriel de Castilla sin pedir nada  cambio, si no que a la llegada participaron durante todo un día en la descarga del material para la apertura de la base. Otro ejemplo, es la ayuda continua que se ofrece tanto por parte de los científicos como de los militares para cualquier cosa que sea necesaria para el trabajo o la vida en la Base.
A medida que pasan los días vamos aprendiendo unos de otros, tanto a nivel personal como laboral, enriqueciéndonos de todo y de todos de un modo antártico difícil de explicar, y que sin duda será muy difícil de olvidar para todos nosotros. Día a día voy conociendo más a los científicos y militares que iniciaron esta campaña con nosotros, gente excepcional y que me siento orgullosa de conocer, es por ello que voy aprovechar para hablar unas líneas de cada uno de ellos. Aunque ayer vinieron 5 científicos y 4 militares más que poco a poco iremos también conociendo, me centraré con los que ya hemos convivido casi un mes. 
 
Comenzaré hablando de los científicos que trabajan de la deformidad del terreno, Marta y Amós. Marta es de las personas que tiene una sonrisa constante y contagiosa que va transmitiéndonos a todos alegría allá donde vaya en la base, y Amós, no hay palabras para describirlo, es de las personas que es un regalo encontrarte en el camino de la bondad y humildad que presentan. Tiene muchísima experiencia antártica y sabe todo sobre las expediciones antárticas más míticas, de nuestro querido Capitán Scott, Shackleton, etc. Oirlo hablar no tiene precio, sin duda me siento afortunada de haber coincidido con ellos esta campaña. Otra grata sorpresa de esta campaña, ha sido compartir el trabajo con Miguel, autor de este blog, gran persona con unos valores excepcionales y sobretodo buen compañero. Jesús, mi otro compañero pingüinólogo, es otro antártico con gran experiencia en nuestro campo y con el que participé ya en mi primera campaña antártica. Los vulcanólogos, Inma y Fede, transmiten una pasión por su trabajo increíble, cada día nos enseñan algo nuevo de terremotos y volcanes, aquí aprendemos de todo!
 
Respecto a los militares voy aprovechar para hacer hincapié sobre el trabajo que llevan a cabo aquí. De las cosas que más me han sorprendido en esta campaña es del papel tan importante y fundamental que están desempeñando. Proporcionan el Apoyo Logístico a labor científica y proporcionan el mantenimiento de las instalaciones de la Base, algo imprescindible para poder llevar cabo esta campaña antártica española. Además, hemos tenido la suerte de contar con un jefe de base excepcional, pendiente y volcado con todos los objetivos de cada uno. Más personas para aprender de ellos son David, Jesús y Ruben, se encargan de la electricidad y los motores, es impresionante la capacidad que tienen para solventar cualquier problema que se presente con los recursos que tenemos, y no sólo eso, si no destacar la humildad y capacidad de trabajo que presentan, que buena gente! Jose el cocinero, no sólo cocina de una manera excepcional, sino que tiene una capacidad de alegrar a la base fuera de lo normal, siempre tiene un chiste nuevo que contarte en el pasillo. Persona única también es Carlos, el chico que se encarga de la navegación, siempre viendo el lado positivo de todo y dispuesto a arreglar lo que sea, desde el enjaretado (una nueva palabra que he aprendido y que me encanta) hasta arreglar el gore-tex roto por meterlo en la secadora, un genio! Papeles muy importantes también son los de Ramón el de transmisiones que permite entre otras cosas que podamos comunicarnos con España. Y el de médico, Gonzalo, que es el único que esperemos que no tenga que realizar mucho su trabajo!
Resumiendo, no sólo es una suerte estar en uno de los lugares más impresionante de la Tierra, sino el compartir este lugar con estas personas tan excepcionales.

 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha encantado tu relato. Gracias a él conozco un poco más la vida en la base y me encanta que haya tan buen ambiente. Me llena de orgullo el trabajo que realizan mis militares y estoy segura de que a toda mi familia también, en cuanto lean lo que dices del jefe de la base que es mi maridito. Jajajaja. Gracias

Raúl Alós dijo...

Enhora buena por tu (vuestro) trabajo que me parece impresionante, y más en los tiempos que corren. Desde España estamos orgullosos de todos vosotros. Vuestra labor de investigación y difusión de lo que en tierras tan lejanas ocurre es encomiable. Quiero saludaros a todos los componentes de la misión, pero en especial a Carlos "gindilla"(Charles Guidayn para los amigos)por su profesionalidad y calidad humana. Un abrazo muy fuerte Carlitos. Cuidaros todos mucho y que regreséis bien.
PD. Realmente sois personas afortunadas, por tener el privilegio de vivir esa experiencia. Y los que os segimos también lo somos, por contar entre nuestros amigos con gente como vosotros.

Anónimo dijo...

Conozco a muy poquitas personas tan grandes como tu, capaces de reinventarse tantas veces y de ser capaz de estar siempre dispuesta a ayudar y a compartir. Precioso el relato y preciosas tus experiencias y como vives tan de cerca las de los demás. Guarda bien en tu memoria esos paisajes porque cuando llegues al final te harán sentir que de verdad has aprovechado tu vida.
Un besazo enorme!

Basi