martes, 21 de enero de 2014

Apertura de base e inicio de experimentos

Tras la llegada ansiada a la Base, sólo desembarcaron 6 militares y los dos científicos encargados de vigilar el estado del volcán y decidir si podemos desembarcar o no (Inma y Fede). Por suerte el semáforo fue verde (no riesgo con el volcán). De esa manera al día siguiente ya desembarcamos todos en zodiacs, así como la gran cantidad de material que viene con nosotros (recambios, material científico de cada proyecto, provisiones, piezas para reparaciones, etc...) todo ello en big-box y con la ayuda de grúas del barco y la propia de la base. Esto nos llevó todo el día y a su vez había que quitar la nieve y el hielo para poder acceder a la Base, preparar el camino para que la grúa pudiese subirnos los bultos y un largo etcétera. La verdad es que fue mucho trabajo físico que se prorrogó un par de días, pero fue una gran experiencia ver como en todo momento éramos un equipo sin ningún tipo de distinción, todos colaboramos lo mejor que supimos y el fruto fue que en dos días la base tenía luz, agua, calefacción.... todo salvo las comunicaciones que tardaron un poco más. Tras el día de desembarco invitamos a una representación del barco brasileño a un acto de agradecimiento, en el que se izó su bandera y les agasajamos con un tapeo español. Sin mucha dilación, nada más dejar de necesitarnos como ayuda en la Base, empezamos a subir a la pingüinera para iniciar los experimentos.






Voy a explicar el primero de ellos, ya que al fin y al cabo la investigación es el motivo de toda esta aventura. La subida a la pingüinera me trajo innumerables recuerdos, uno de ellos lo dura que es la ascensión hasta llegar a ella, una hora y cuarto de subida de montaña pisando piroclasto, con su correspondiente regreso que comienza con una subida con pendientes del 50%. Todo ello aderezado con hielo y nieve que es lo que caracteriza a la Isla este año, lo cual nos obliga a llevar piolets, polainas y una buena dosis de precaución. La recompensa merece la pena, cuando llegas arriba y se divisa a tus pies la inmensidad de la pingüinera, con todo el jaleo sonoro asociado, uno encuentra aquello que ha anhelado durante los últimos 4 años.......¡¡¡¡VOLVER!!!!.


El primer experimento consiste en aplicar en 25 nidos seleccionados, dos antiparasitarios a un pollo y a su hermano la misma dosis en suero fisiológico, se les extrae sangre y se les hace el hematocrito a la vez que se toman medidas morfométricas (longitud del ala y del pico, anchura del pico y peso). Todo ello es para realizar un estudio sobre parásitos y su influencia en el estrés oxidativo. Tras cuatro días consecutivos sin parar realizamos la primera fase del experimento, pues a los quince días hay que volver a sacar sangre a los animales seleccionados.




1 comentario:

Unknown dijo...

Por fin! Noticias del investigador Motas Guzmán!! :))
Siempre espectacular el viaje a la Antártida y la travesía por el Cabo de Hornos y el Paso de Drake. Ahora mucho ánimo y éxito con vuestro trabajo e investigaciones.
Un abrazo enorme desde España.