martes, 30 de diciembre de 2008

Vaya viajecito...


El viaje es tedioso, tras el estrés de la despedida y los últimos olvidos llega la calma del vuelo, en seguida en Madrid y retomamos la dosis de adrenalina entre terminales, facturación, etc, menos mal que aquí me encuentro con mi compañero de viaje Jesús Benzal que además de un encanto de persona es un experimentado investigador Antártico (trabaja en el CSIC en la Estación Experimental de Zonas Áridas), con lo cual todas mis dudas quedan saciadas y mis "miedos" mitigados.

Después..... 12 horas de vuelo hasta Buenos Aires, no dormimos nada, en Buenos Aires constatamos que no ha sido buena idea la nacionalización de Aerolíneas Argentinas, con todo mi respeto es un quilombo: mi maleta que debía de ir directa a Ushuaia me la encuentro por casualidad al cambiar de Terminal, nadie sabe si íbamos directos en tránsito o por aduana, a todo esto aquí es verano con lo cual se adereza la situación con 30 º C, etc..... tras esta nueva dosis de catecolaminas partimos hacia Ushuaia pero con parada en Calafate (5 horas de viaje).

El aterrizaje en Ushuaia es una aventura sobre el mar, con vientos insultantes y pista de aterrizaje escasita..........bufffff. Hace frío y el cansancio hace mella, tengo sensación de gripe, el estómago regular de tanto prefabricado de avión y mucho sueño. Breve descanso y primer contacto con parrillada argentina............"es-pec-tacular", tras este homenaje gaucho......."14 horas de sueño".

Fotos: Miguel Motas.

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